Como ya se había mencionado antes, el comercio en sí, es
tan antiguo como la existencia del hombre, Así que resulta complicado
establecer desde cuando comenzó realmente la práctica del comercio como tal en
México. De esta manera, comenzaré desarrollándolo a partir de la época
prehispánica, representada por los aztecas, una de las culturas más
fuertes de nuestro país.
El comercio en la
sociedad de los aztecas.
El pueblo azteca llevó a síntesis lo mejor de las
culturas creadas por otros pueblos, como los teotihuacanos y los toltecas. Los
aztecas tenían un tipo de moneda diferente a la de nuestros tiempos, pero
dispusieron con mucho orden enormes mercados o tianguis, se organizaron para
realizar sus trueques en mercados llamados tianguis,
palabra de la lengua náhuatl.
El tianguis era
el mercado al aire libre con puestos de toda clase de mercancía. Los pobladores
de Tenochtitlan, y los de sus alrededores comerciaban con esclavos, granos,
animales, hierbas, objetos de cerámica, piedra, madera, piel y textiles.
Tenochtitlan era el centro de reunión para practicar este tipo de trueque, ya
que era donde había una gran conglomeración de gente, así se les facilitaba más
el intercambio de éstas, llevando cada quién los productos de especialización
de su región.
En la sociedad azteca existían dos clases de comercio:
el metropolitano y el exterior. Los aztecas tenían su mercado en el centro de
la ciudad, así, su mercado era reconocido como el más grande y más importancia
en la región.
El comercio exterior en
la Nueva España.
La economía y la sociedad de la Nueva España, crearon
sólidos y permanentes vínculos entre América y Europa. Esto se expresó en las
múltiples interrelaciones que establecieron los hombres de uno y otro lado del
océano Atlántico. Ambos mundos poco a poco empezaron a depender uno del otro,
aunque la influencia de Europa en América fue mucho más visible.
La base de la economía de España en la época colonial
(s. XVI – XVIII) eran sus colonias, sobre todo la Nueva España, de donde
provenían las mercancías, y en donde se importaban igualmente de la metrópoli.
“España realizó los primeros pasos para liberar el comercio de sus colonias
cuando, en 1765, les permitió comerciar entre sí” (Arcila, Eduardo 1955: 95).
Los lazos económicos fueron los más importantes en esta
relación, provocaron una marcada dependencia del mundo colonial americano
respecto al Viejo Mundo. Así mismo, América era la fuente de riqueza de Europa,
de ahí basaba ahora su potencialidad mundial. Pero como ya había existido un
cambio en América, ésta también dependía ciertamente de Europa.
De esta manera, menciona Quintana que existían dos clases
principales de comercio en Nueva España:
el que provenía de la metrópoli y el que provenía de otras tierras americanas.
De la Metrópoli a la Nueva España generalmente venían artículos de primera
necesidad, como harina de trigo, aceite, vinos. De Nueva España hacia la
Metrópoli lo que más se exportaban eran los metales, como el oro, la plata.
Reducida a la entrega de materias primas, la América
colonial poco a poco aumentó su
dependencia de Europa. La producción de América estuvo sujeta a las necesidades
de España. Esto retrasó el desarrollo económico americano, pues hizo que los
indígenas se especializaran solamente a las manufacturas de productos
artesanales e impidió la formación de grandes
capitales.
La relación entre España y sus colonias ya era una
relación de interdependencia. Esta estructura de dependencia ha permanecido
hasta hoy en día, ya que la mayor parte
de los países latinoamericanos todavía basan sus ingresos en la
exportación de unos pocos productos. Sin duda, las raíces del subdesarrollo
económico de América Latina se encuentran ahí.
El Comercio Exterior de México durante la
independencia.
Antes de la independencia, en México ya existía un
modelo de comercio exterior establecido. Cuando en 1814* se le declara a México como un país libre de la influencia española, el futuro del
comercio exterior se vuelve incierto.
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En 1822, México se transforma en Imperio, en donde el
emperador es Agustín de Iturbude. Iturbide llega al poder haciendo ciertas
reformas al comercio exterior, ya que anteriormente existía una enorme
influencia española. “…para atender las necesidades urgentes, logró que la
Junta Provisional Gubernativa expidiera un arancel general interno de aduana
marítimas en el comercio libre del Imperio…” (Quintana,
1989: 32) este documento fue el primer arancel que se
aplicó en el periodo independiente de México.
Así, cuando México comienza una carrera comercial en su
periodo independiente, éste aplica un libre comercio en donde abre las puertas
a otras naciones que quisieran comerciar con productos mexicanos, ya estando
abolidas las reglamentaciones que anteriormente los unía a España.
Siendo Vicente Guerrero presidente de la República, se
tomaron algunas disposiciones en mayo de 1829; se prohibió la introducción de
espuelas de hierro, aguardientes de fábrica extranjera, toda clase de
instrumentos de labranza que se usaran en el país (Quintana, 1989:33).
A pesar de las medidas arancelarias que se estaban
tomando, el comercio internacional de México se estaba desarrollando y abriendo
caminos comerciales con otros países aparte de su antigua colonia española,
estos eran Inglaterra, Holanda, Francia, China y Estados Unidos.
El Auge del Comercio Exterior Mexicano durante el
Porfiriato (1884-1911).
Durante el periodo de mando de Porfirio Díaz, la
economía mexicana se vio favorecida como nunca antes, hubo desarrollo y
estabilidad. Hubo inversión extranjera estadounidense sobre los recursos
minerales del país, en este periodo el comercio
exterior aumentó considerablemente, lo característico de
este periodo fue el proteccionismo y la sustitución de importaciones para la
protección del mercado.
En el Porfiriato, el sector más dinámico en la economía
fue el exportador. “Entre 1874 y 1910 el
valor de las exportaciones pasó de 27.5 millones a más de 146 millones de
dólares” (El Comercio Exterior de México durante el Porfiriato, 2003: www.hemerodigital.unam).
El comercio exterior de México era muy activo en este
periodo, Porfirio Díaz presenta su primer informe en abril de 1885, comunicando
que se había firmado un tratado de Amistad, Comercio y Navegación con los
Reinos Unidos de Suecia y Noruega. Se proponía activar las negociaciones para
la celebración de este mismo tratado con Francia y la Gran Bretaña (Quintana
1989:46).
Las desigualdades que se han generado en las relaciones
comerciales entre México y estados Unidos han sido causas para establecer
ciertas medidas en esta actividad comercial; el Porfiriato no fue la excepción.
“En 1883 […] se presentó un proyecto de Tratado de Comercio, en el cual se
establecía la exención total de impuestos a los productos de uno y otro país
[…] se establecía la reciprocidad absoluta, curioso concepto si se considera
que EUA admitía la importación sin impuestos de 28 productos, en tanto que
México se obligaba a admitir 73” (Zamora Bátiz, Julio 1991:11).
Mediante los aranceles, se favoreció la sustitución de
importaciones en algunos rubros, principalmente manufacturas destinadas al consumo de los grupos
urbanos.
Dada su estructura arancelaria, México era a finales del
siglo XIX uno de los países más
proteccionistas del mundo.
Como actividades importantes dentro del periodo de
Porfirio Díaz existen varias con miras al expansionismo comercial dirigiéndose
no solamente a los Estados Unidos y a su antigua colonia, sino a otros países
de Europa y Asia; todo esto para buscar un desarrollo mutuo entre las potencias
comerciales y México.
Proyecto de desarrollo del comercio exterior
mexicano.
El desarrollo de la economía mexicana ha tenido que
adaptarse según las necesidades y exigencias exteriores. México se ha
caracterizado como una economía capitalista prácticamente atrasada, pues
existen factores que evocan tal rezago. México es un país en vías al desarrollo
y una de sus características desde un principio es la economía de enclave,
economía que se localiza en un país subdesarrollado.
Menciona René Villareal (p. 288), que dos tipos de
orientación en la política económica han caracterizado el proceso de cambio en
la economía mexicana en los últimos decenios:
a)
El
proyecto nacionalista seguido de 1929 a 1939 y que
significa la ruptura con el modelo de economía de enclave.
b)
El
proyecto de crecimiento económico sin desarrollo (1940-1970)
que se apoya en el modelo de
industrialización vía sustitución de importaciones.
Tendría que
agregarse uno nuevo para la década de los 70.
c)
El
proyecto de desarrollo económico con una nueva estrategia de
industrialización a través del modelo de sustitución de exportaciones y que
requiere de una política económica de transición con los siguientes
lineamientos: devaluación, estabilización de gasto y liberación de comercio.
“El modelo de la economía de enclave o primario
exportador (crecimiento “hacia fuera”) es el punto de partida. Los modelos de
crecimiento que se presentan como posibles caminos hacia la industrialización
se apoyan respectivamente en la promoción de exportaciones, y en la sustitución
de importaciones y de exportaciones” (Villareal, Rene. 1982: 287).
La Transición del Comercio Exterior
Mexicano durante la Revolución Mexicana.
Como menciona Villarreal, la economía de enclave fue un
modelo que tiene sus raíces en la historia de México desde su colonia. En este
caso, el estado no desempeña un papel muy activo y existe un crecimiento “hacia
afuera”, en este caso la economía se desarrolla bajo el movimiento del mercado
exterior.
Para 1911 el capital extranjero dominaba en varias de
las principales actividades económicas
del país: minería
(97.5%), petróleo (100%),
electricidad (87.2%),
ferrocarriles (61.8%),
banca (76.7%) e industria (85%).
La economía de enclave no era ni es la solución para el
desarrollo industrial de un país, ya que el estancamiento económico viene
siendo característico de este modelo.
El crecimiento del sector industrial se ve estancado
debido a dos factores que explica Villareal (289):
a)
La orientación de la economía hacia
el mercado exterior implica que el sector industrial tiene que enfrentar a la
competencia externa, por lo que la industria nacional no puede seguir.
b)
El ahorro y la acumulación del
capital provienen prácticamente de rentas, intereses y beneficios, los cuales
aunque originados internamente, pertenecen a manos extranjeras.
En cuanto a las tarifas de importación en gobierno de
Venustiano Carranza “redujo los derechos a aquellas mercancías de indispensable
consumo en el país, cuando la producción nacional fuera insuficiente,
disminuyendo así la protección a las industrias nacionales” (Quintana 1989:
56).
Debido a lo anterior, en la economía mexicana se ve
necesario el rompimiento con la economía de enclave para impulsar la industrialización
nacional.
El Proteccionismo dentro del Periodo Presidencial
de Plutarco Elías Calles.
La ruptura entre la economía de enclave y la nueva
economía se da en México durante la Segunda Guerra Mundial, pero inicia en
1929. “Dos factores, uno de origen interno
y político y otro de origen externo y económico […] en 1929 se crea el
Partido Nacional Revolucionario (PNR)
con el que
se busca terminar
con el periodo del
“caudillismo” […] La Gran Depresión (1929-1933) reduce
el comercio exterior del país (exportaciones e importaciones) a un poco más de
la mitad” (Villareal 1982:289).
En política exterior, Plutarco Elias Calles declaró en
1925 que “México no sería instrumento de ningún país para la propagación de
principios que no sostuviera; asimismo no toleró injerencia alguna contraria a
la soberanía de la nación” (Plutarco
Elías Calles 2003: www.canalsocial.com/).
Por otro lado, la actividad del comercio dentro del el periodo de Elías Calles,
se puede considerar activa, dedicó parte de su periodo a la “promoción” del
país por medio de actividades culturales y sociales en el extranjero.
Así mismo, se hicieron modificaciones y se reorganizaron
las secretarías para la ayuda de una integración comercial. “Con el decreto de
abril de 1925, se reorganizó la Comisión de Aranceles con el fin de hacer más
eficaces sus labores, quedando integrados por delegados de la Secretaría de
Hacienda” (Quintana 1989: 58).
Se hicieron distintas reformas que dieron a México un
aire proteccionista. De esta manera, “se reformó Ley Aduanal en virtud de los
problemas económicos que se presentó en el país; dichas reformas fueron
encaminadas a una política franca y altamente proteccionista en la producción
nacional, tendiendo al desarrollo de la industria en general […] modificándose
las tarifas arancelarias y desembocando en la ley de 25 de julio de 1931” (
Quintana 1989: 60).
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