miércoles, 18 de mayo de 2016

3.3 EN MEXICO

Como ya se había mencionado antes, el comercio en sí, es tan antiguo como la existencia del hombre, Así que resulta complicado establecer desde cuando comenzó realmente la práctica del comercio como tal en México. De esta manera, comenzaré desarrollándolo a partir de la época prehispánica, representada por los aztecas, una de las culturas más fuertes  de nuestro país.



 El comercio en la sociedad de los aztecas.

 El pueblo azteca llevó a síntesis lo mejor de las culturas creadas por otros pueblos, como los teotihuacanos y los toltecas. Los aztecas tenían un tipo de moneda diferente a la de nuestros tiempos, pero dispusieron con mucho orden enormes mercados o tianguis, se organizaron para realizar sus trueques en mercados llamados tianguis, palabra  de la lengua náhuatl.
El tianguis era el mercado al aire libre con puestos de toda clase de mercancía. Los pobladores de Tenochtitlan, y los de sus alrededores comerciaban con esclavos, granos, animales, hierbas, objetos de cerámica, piedra, madera, piel y textiles. Tenochtitlan era el centro de reunión para practicar este tipo de trueque, ya que era donde había una gran conglomeración de gente, así se les facilitaba más el intercambio de éstas, llevando cada quién los productos de especialización de su región.


En la sociedad azteca existían dos clases de comercio: el metropolitano y el exterior. Los aztecas tenían su mercado en el centro de la ciudad, así, su mercado era reconocido como el más grande y más importancia en la región.



 El comercio exterior en la Nueva España.




La economía y la sociedad de la Nueva España, crearon sólidos y permanentes vínculos entre América y Europa. Esto se expresó en las múltiples interrelaciones que establecieron los hombres de uno y otro lado del océano Atlántico. Ambos mundos poco a poco empezaron a depender uno del otro, aunque la influencia de Europa en América fue mucho más visible.


La base de la economía de España en la época colonial (s. XVI – XVIII) eran sus colonias, sobre todo la Nueva España, de donde provenían las mercancías, y en donde se importaban igualmente de la metrópoli. “España realizó los primeros pasos para liberar el comercio de sus colonias cuando, en 1765, les permitió comerciar entre sí” (Arcila, Eduardo 1955: 95).


Los lazos económicos fueron los más importantes en esta relación, provocaron una marcada dependencia del mundo colonial americano respecto al Viejo Mundo. Así mismo, América era la fuente de riqueza de Europa, de ahí basaba ahora su potencialidad mundial. Pero como ya había existido un cambio en América, ésta también dependía ciertamente de Europa.

De esta manera, menciona Quintana que existían dos clases principales de comercio  en Nueva España: el que provenía de la metrópoli y el que provenía de otras tierras americanas. De la Metrópoli a la Nueva España generalmente venían artículos de primera necesidad, como harina de trigo, aceite, vinos. De Nueva España hacia la Metrópoli lo que más se exportaban eran los metales, como el oro, la plata.


Reducida a la entrega de materias primas, la América colonial poco a poco aumentó  su dependencia de Europa. La producción de América estuvo sujeta a las necesidades de España. Esto retrasó el desarrollo económico americano, pues hizo que los indígenas se especializaran solamente a las manufacturas de productos artesanales e impidió la formación de grandes capitales.


La relación entre España y sus colonias ya era una relación de interdependencia. Esta estructura de dependencia ha permanecido hasta hoy en día, ya que la mayor parte  de los países latinoamericanos todavía basan sus ingresos en la exportación de unos pocos productos. Sin duda, las raíces del subdesarrollo económico de América Latina se encuentran ahí.




 El Comercio Exterior de México durante la independencia.



Antes de la independencia, en México ya existía un modelo de comercio exterior establecido. Cuando en 1814* se le declara a México como un país libre de  la influencia española, el futuro del comercio exterior se vuelve incierto.


En 1822, México se transforma en Imperio, en donde el emperador es Agustín de Iturbude. Iturbide llega al poder haciendo ciertas reformas al comercio exterior, ya que anteriormente existía una enorme influencia española. “…para atender las necesidades urgentes, logró que la Junta Provisional Gubernativa expidiera un arancel general interno de aduana marítimas en el comercio libre del Imperio…” (Quintana,
*  en l8l0 comienza la lucha de independencia, peor en 1814 José María Morelos y Pavón declara formalmente independiente a México de la influencia española.



1989: 32) este documento fue el primer arancel que se aplicó en el periodo independiente de México.


Así, cuando México comienza una carrera comercial en su periodo independiente, éste aplica un libre comercio en donde abre las puertas a otras naciones que quisieran comerciar con productos mexicanos, ya estando abolidas las reglamentaciones que anteriormente los unía a España.

Siendo Vicente Guerrero presidente de la República, se tomaron algunas disposiciones en mayo de 1829; se prohibió la introducción de espuelas de hierro, aguardientes de fábrica extranjera, toda clase de instrumentos de labranza que se usaran en el país (Quintana, 1989:33).


A pesar de las medidas arancelarias que se estaban tomando, el comercio internacional de México se estaba desarrollando y abriendo caminos comerciales con otros países aparte de su antigua colonia española, estos eran Inglaterra, Holanda, Francia, China y Estados Unidos.

 El Auge del Comercio Exterior Mexicano durante el Porfiriato (1884-1911).




Durante el periodo de mando de Porfirio Díaz, la economía mexicana se vio favorecida como nunca antes, hubo desarrollo y estabilidad. Hubo inversión extranjera estadounidense sobre los recursos minerales del país, en este periodo el comercio



exterior aumentó considerablemente, lo característico de este periodo fue el proteccionismo y la sustitución de importaciones para la protección del mercado.


En el Porfiriato, el sector más dinámico en la economía fue el exportador. “Entre  1874 y 1910 el valor de las exportaciones pasó de 27.5 millones a más de 146 millones de dólares” (El Comercio Exterior de México durante el Porfiriato, 2003: www.hemerodigital.unam).


El comercio exterior de México era muy activo en este periodo, Porfirio Díaz presenta su primer informe en abril de 1885, comunicando que se había firmado un tratado de Amistad, Comercio y Navegación con los Reinos Unidos de Suecia y Noruega. Se proponía activar las negociaciones para la celebración de este mismo tratado con Francia y la Gran Bretaña (Quintana 1989:46).


Las desigualdades que se han generado en las relaciones comerciales entre México y estados Unidos han sido causas para establecer ciertas medidas en esta actividad comercial; el Porfiriato no fue la excepción. “En 1883 […] se presentó un proyecto de Tratado de Comercio, en el cual se establecía la exención total de impuestos a los productos de uno y otro país […] se establecía la reciprocidad absoluta, curioso concepto si se considera que EUA admitía la importación sin impuestos de 28 productos, en tanto que México se obligaba a admitir 73” (Zamora Bátiz, Julio 1991:11).


Mediante los aranceles, se favoreció la sustitución de importaciones en algunos rubros, principalmente manufacturas  destinadas al consumo de  los grupos   urbanos.



Dada su estructura arancelaria, México era a finales del siglo XIX uno de los países  más proteccionistas del mundo.

Como actividades importantes dentro del periodo de Porfirio Díaz existen varias con miras al expansionismo comercial dirigiéndose no solamente a los Estados Unidos y a su antigua colonia, sino a otros países de Europa y Asia; todo esto para buscar un desarrollo mutuo entre las potencias comerciales y México.



 Proyecto de desarrollo del comercio exterior mexicano.


El desarrollo de la economía mexicana ha tenido que adaptarse según las necesidades y exigencias exteriores. México se ha caracterizado como una economía capitalista prácticamente atrasada, pues existen factores que evocan tal rezago. México es un país en vías al desarrollo y una de sus características desde un principio es la economía de enclave, economía que se localiza en un país subdesarrollado.
Menciona René Villareal (p. 288), que dos tipos de orientación en la política económica han caracterizado el proceso de cambio en la economía mexicana en los últimos decenios:
a)       El proyecto nacionalista seguido de 1929 a 1939 y que significa la ruptura con el modelo de economía de enclave.
b)       El proyecto de crecimiento económico sin desarrollo (1940-1970) que  se apoya en el modelo de industrialización  vía sustitución de importaciones.

Tendría que agregarse uno nuevo para la década de los 70.

c)       El proyecto de desarrollo económico con una nueva estrategia de industrialización a través del modelo de sustitución de exportaciones y que requiere de una política económica de transición con los siguientes lineamientos: devaluación, estabilización de gasto y liberación de comercio.

“El modelo de la economía de enclave o primario exportador (crecimiento “hacia fuera”) es el punto de partida. Los modelos de crecimiento que se presentan como posibles caminos hacia la industrialización se apoyan respectivamente en la promoción de exportaciones, y en la sustitución de importaciones y de exportaciones” (Villareal, Rene. 1982: 287).

La Transición del Comercio Exterior Mexicano durante la Revolución Mexicana.


Como menciona Villarreal, la economía de enclave fue un modelo que tiene sus raíces en la historia de México desde su colonia. En este caso, el estado no desempeña un papel muy activo y existe un crecimiento “hacia afuera”, en este caso la economía se desarrolla bajo el movimiento del mercado exterior.
Para 1911 el capital extranjero dominaba en varias de las principales actividades económicas   del   país:   minería   (97.5%),   petróleo   (100%),   electricidad (87.2%),
ferrocarriles (61.8%), banca (76.7%) e industria (85%).


La economía de enclave no era ni es la solución para el desarrollo industrial de un país, ya que el estancamiento económico viene siendo característico de este  modelo.



El crecimiento del sector industrial se ve estancado debido a dos factores que explica Villareal (289):
a)          La orientación de la economía hacia el mercado exterior implica que el sector industrial tiene que enfrentar a la competencia externa, por lo que la industria nacional no puede seguir.
b)          El ahorro y la acumulación del capital provienen prácticamente de rentas, intereses y beneficios, los cuales aunque originados internamente, pertenecen a manos extranjeras.

En cuanto a las tarifas de importación en gobierno de Venustiano Carranza “redujo los derechos a aquellas mercancías de indispensable consumo en el país, cuando la producción nacional fuera insuficiente, disminuyendo así la protección a las industrias nacionales” (Quintana 1989: 56).

Debido a lo anterior, en la economía mexicana se ve necesario el rompimiento con la economía de enclave para impulsar la industrialización nacional.


 El Proteccionismo dentro del Periodo Presidencial de Plutarco Elías Calles.


La ruptura entre la economía de enclave y la nueva economía se da en México durante la Segunda Guerra Mundial, pero inicia en 1929. “Dos factores, uno de origen interno  y político y otro de origen externo y económico […] en 1929 se crea el Partido Nacional  Revolucionario  (PNR)  con  el  que  se  busca  terminar  con  el  periodo del



“caudillismo” […] La Gran Depresión (1929-1933) reduce el comercio exterior del país (exportaciones e importaciones) a un poco más de la mitad” (Villareal 1982:289).

En política exterior, Plutarco Elias Calles declaró en 1925 que “México no sería instrumento de ningún país para la propagación de principios que no sostuviera; asimismo no toleró injerencia alguna contraria a la soberanía de la nación” (Plutarco Elías Calles 2003: www.canalsocial.com/). Por otro lado, la actividad del comercio dentro del el periodo de Elías Calles, se puede considerar activa, dedicó parte de su periodo a la “promoción” del país por medio de actividades culturales y sociales en el extranjero.

Así mismo, se hicieron modificaciones y se reorganizaron las secretarías para la ayuda de una integración comercial. “Con el decreto de abril de 1925, se reorganizó la Comisión de Aranceles con el fin de hacer más eficaces sus labores, quedando integrados por delegados de la Secretaría de Hacienda” (Quintana 1989: 58).

Se hicieron distintas reformas que dieron a México un aire proteccionista. De esta manera, “se reformó Ley Aduanal en virtud de los problemas económicos que se presentó en el país; dichas reformas fueron encaminadas a una política franca y altamente proteccionista en la producción nacional, tendiendo al desarrollo de la industria en general […] modificándose las tarifas arancelarias y desembocando en la ley de 25 de julio de 1931” ( Quintana 1989: 60).

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